Desde hace unos años, en alguna de las oraciones de la mañana (trabajo en un colegio religioso, y procuro empeñarme en educar también con mi vida y mi fe personal), hago con mis alumnos más jóvenes un ejercicio de introspección espiritual.
Les empiezo diciendo que la Iglesia nos ha enseñado un Credo, que es el "oficial", en el que reconocemos a Dios como nuestro Padre, a Jesús como su hijo que pasó haciendo el bien y al Espíritu Santo como el que nos da Vida y nos habita. Todos nos mostramos de acuerdo en que todo eso está muy bien, pero yo les invito a dar un poco más vueltas a sus creencias interiores, a que piensen en otras convicciones profundas en las que creen, a que muestren también sus motivos de esperanza, que les animan a creer.
Les leí además un credo que oí hace poco en una celebración del bautizo de la hija de unos amigos, y que habían preparado para la ocasión (realmente era una reedición del de su boda). En él hablaban de una fe que había ido creciendo, en un creer desde siempre en un Dios de quien se fían, en la figura apasionante de un Jesús que nos invitó a ser como posibilidad, que nos hizo crecer en los barrios y encontrarnos con otros y soñar, que nos invitó a marcharnos de casa para tener muchas casas, que nos incitó a comprometernos, a inventar excusas para celebrar la vida, nos animó a orar, cantar y danzar con la vida. Y en ese credo también se invitaba a creer en el hombre y la mujer gestados por la maravillosa creatividad de Dios, y en la Iglesia de todos, la que es diversa y acogedora, que a veces crece y a veces mengua.
Y los chicos de mi cole nunca me defraudan. Los de 1º ESO (A y B) de este año me han dicho cosas tan potentes y tan íntimas como estas. (Perdonad el refrito)
Creo en Dios TodoBondadoso, Todocariñoso, Todoamoroso, Padre de todos, que siempre estará con nosotros. Creo en las oportunidades. Creo que todo el mundo tiene derecho a una casa, comida, salud, y sobre todo a ser amado. Tengo la esperanza de que algún día las palabras guerra, pobreza y violencia serán palabras olvidadas.
Creo que el Padre nos protege. Creo que el mundo es un lugar bonito. Creo que mis amigos/as me cuidan. Creo que todos merecemos una familia con la que compartir las alegrías, creo que todos tenemos la misma dignidad como personas.
Yo creo en Dios y creeré siempre (estaba escrito así de rotundo). Tengo la esperanza de que seamos un buen curso y nos cuidemos unos a otros. Creo que mis profesores se esfuerzan todos los días para que tengamos un futuro. Creo que soy la esperanza de la vida de mis padres. Creo que el mundo cambiará.
Creo en las buenas personas que hacen de este mundo un lugar mejor. Tengo esperanza de que Dios haya llevado a mi amiga Gabriela a su lado, en el cielo. Creo que mi madre me cuida, aunque ya no está aquí.
Creo que Dios nació único para entregar la unidad a cada uno. (esta me ha impresionado mucho, la verdad). Creo en la sencillez de Dios al crearnos. Creo que María me ayuda y lleva la felicidad a todo el mundo.
Creo que Dios me dio la vida para que fuera bueno con los demás. Y me puso en medio de una familia ni rica ni pobre, y por eso sé que debo de esforzarme en la vida. Creo que soy rico por tener a Dios conmigo. Creo en la felicidad. Creo en un Dios que no miente y que me da fuerza. Creo que tengo un futuro y todo un esfuerzo por delante. Las oportunidades creen en mí.
Creo en las segundas oportunidades y en las posibilidades, en que cada persona es única e irrepetible. Creo que nunca estaré sola, porque Dios estará conmigo. Creo en el mundo y en las personas, en la Iglesia y en Jesús. Creo que Dios nos ha invitado a cumplir su voluntad. Doy gracias porque salvó a mi amigo de la muerte.
Creo que mis padres me quieren muchísimo y hacen lo posible para que yo salga adelante y sea buena persona. Creo que todos necesitamos amor, escucha y compasión. Tengo la esperanza de que algún día la desigualdad se acabará, como me ha dicho mi amiga Nicole. Espero que en el futuro todos nos cuidaremos unos a otros. Creo en cosas que no se pueden ver, porque a Dios, aunque no le vemos, lo podemos sentir. Espero que siga siendo así ahora y en el futuro.
Creo que Dios está presente todo el tiempo, aunque a veces me lío y no lo entiendo. Que siempre nos perdona, que después de la muerte hay algo más. Creo que no merecemos una etiqueta para siempre, y que podemos cambiar. Creo en la bondad de las personas, que hay que perdonar y no excluir a nadie por su aspecto, creo que hay que confiar en la gente. Creo en un Dios amable al que podemos amar. Creo que las personas que no son del todo buenas pueden cambiar. Creo en un Dios que nos mira siempre y nos quiere siempre. Creo que sonreír es algo que tiene valor en la vida.
Creo que todo lo que he escrito son cosas posibles. (¿se puede ser más positivo?)
Y a los de 3º de ESO tampoco te los pierdas, algunos con cosas tan mundanas como que el Atleti va a ganar la Champions o que el Real Madrid es el mejor equipo del mundo, pero otros dicen cosas muy íntimas y consistentes:
Dios es fascinante, salvador, diferente a todo lo de este mundo. Que Jesús confió en nosotros, y nos ayudó a comprender que todo es de todos.
Creo que las segundas oportunidades nunca vienen mal, creo en un Dios que quiere que las mujeres no hay que excluirlas de nada (ni en la política, ni en la sociedad, ni en la iglesia).
Creo en mí y en que este año mejoraré como persona con mi esfuerzo, creo que hay que tener esperanza aunque la situación social sea muy mala, tengo fe en que Dios me ayudará a integrarme en este nuevo colegio,
Creo que en el mundo siempre hay algo por descubrir, creo en la sanidad, la educación y la alimentación para todos/as, creo que con el esfuerzo de todos, poco a poco, todo irá mejor.
Creo en un Dios bueno y amable, que nos acoge y nos quiere. Creo en la Biblia y en nuestra madre de la Merced. Creo que yo también ayudaré a Dios en sus planes. Creo que no quiero cambiar de familia.
Creo en que es posible un mundo mejor, con igualdad en el reparto y políticos honrados. Creo en mí, en que puedo hacer lo que me proponga. Dios siempre nos protege y está a nuestro lado.
Creo que este Papa es una gran persona. Creo en el trabajo, no en los milagros de última hora. Y en el día a día, porque la vida eterna empieza hoy. Creo en la Vida.
Creo en el milagro que hace posible lo que parece imposible, Dios y el Universo están conectados, el universo puede compensarte. Creo en el talento. que todos tenemos dones escondidos. Creo en la esperanza, porque ¿quién sabe?
Sigo insistiendo en que hay que ayudar a crecer la vida interior de nuestros chicos, y en que en cuanto rascas un poquito, si les das la oportunidad, abren totalmente las ventanas de su alma y te dan un buen soplo de aire fresco.
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