La semana pasada tuve la suerte de que mi amiga Mercedes Ruiz @londones, y el equipo de IneveryCrea nos invitaran a ver un pase justo el día antes del estreno de la película "El buen Maestro", docudrama francés ópera prima del director Olivier Ayache-Vidal, protagonizada por Denis Podalydes, Pauline Huruguen y Abdoulaye Diallo.
Una película que sigue la estela de otras películas francesas que reivindican el mundo educativo como "La clase" o también "Hoy empieza todo". En este caso es un drama amable en el que un profesor llega a un instituto problemático procedente de un prestigioso instituto del centro de París. No debuta con mucha suerte, pero poco a poco acaba haciéndose con una clase que no se lo pone nada fácil.
Hubo pensamientos y sentimientos que me provocó la película y también las conversaciones con los que allí estábamos:
- Un buen maestro es un profe que evoluciona: "No ve lo que me falta, ve lo que soy".
- Igual habría que abandonar un poco tanto rigor programático para poder dar salida a alumnado con dificultades de todo tipo #atencionaladiversidad #CompensarLasDificultades
- El profesor consigue, a través de intentar buscar dónde puede haber una mínima chispa de motivación de alumnos que han abandonado todo, que los libros, y en concreto "Los miserables", de Víctor Hugo, se conviertan en una especie de alimento intelectual.
- En esa evolución pasa del "No vales para nada" al "yo confio en ti". Qué diferencia.
- La escuela no puede dejar de lado a la sociedad.
- Del autoritarismo a la escucha de las necesidades e intereses del alumnado. Difícil camino. Cuando el alumno ya ha pasado la línea roja, ¿qué hacer?
- Para mejorar la escuela y tener algún tipo de incidencia en la sociedad hacen falta profesores/as buenas personas, bien formados, con experiencia.
- Los comités de disciplina, casi un consejo de guerra. A veces nos pierde la burocracia, la ley, la ira. Muchas veces, nuestros alumnos traen pesadas mochilas antes de entrar por la puerta del aula, que no son de libros. Mochilas familiares, económicas, de desestructuración social, de falta de motivación y aliento.
- Salgamos de la queja, de que no podemos hacer nada y de que la responsabilidad está fuera de nosotros. Intentemos ser flexibles para poder avanzar.
- "Yo como maestro no estoy en educación para bloquear la vida de nadie". Una de mis primeras frases todos los meses de septiembre al alumnado de 4ESO.
- Todo es posible cuando encuentras a alguien que cree en ti.
- Con el profesor que da oportunidades, y que incluso "se deja engañar", a sabiendas de que eso al menos inicia un camino de aprendizaje, los alumnos obtienen buenos resultados. Aunque convierte al profesor en un sospechoso, a juicio de sus compañeros.
- Quizás hagan falta mediadores en la convivencia escolar.
- Si eres maestro, y no te emociona lo que haces, lo mejor es que lo dejes.