El 2012 no parece nacer en muy buenas condiciones, pero depende de nosotros/as poner ilusión, trabajo, cariño, humanidad, esperanza y resistencia, creatividad, risas y mesas compartidas, ratos de escucha, complicidades, personas y humanidad, búsquedas y encuentros, muchos encuentros. El año será lo que nosotros queramos hacer con él.
Que el 2012 nos traiga optimismo e ilusión por salir adelante juntos como país, como sociedad, junto a la gente que queremos. Que le demos una buena patada a los recortes, a la crisis y a su prima, la de riesgo. Que no nos convenzan de que lo natural es tener miedo al futuro y ser pesimistas.
En unos días vendrán los Reyes Magos, cargaditos de ilusiones. El año pasado me gustó mucho una frase que leí sobre ellos, algo así como que "Los Reyes Magos encontraron la estrella por que se pusieron en camino", y la encontraron comunitariamente. Pues ese es mi deseo, que nos pongamos en camino y que los Reyes de Oriente más que traer cosas se lleven otras: a los banqueros codiciosos, a los políticos interesados que gobiernan para los ricos, a la envidia, a la pereza, al desánimo, que se lleven la falta de salud en nuestros seres queridos, la falta de trabajo en buena parte de esta sociedad.
Feliz año 2012. Una página en blanco en nuestros planes que podemos llenar como queramos. Una nueva oportunidad para ser mejores. Que pongamos toda nuestra a(in)tención en hacer mejor la vida de quienes nos rodean.