A mí se me ocurrió decirles esto (me lo escribí, porque a mi edad ya no soy capaz de recordar algo tan largo, y seguro que me habría dejado cosas sin decir en la entrevista):
Queridos alumnos de 2º de Bachillerato que estáis a punto de volar otros vuelos:
Durante estos años en los que habéis sido alumnos de La Merced, algunos desde que prácticamente acababais de dejar el pañal, os hemos estado acompañando en vuestro caminar, en vuestro crecimiento como personas, enseñándoos desde cosas tan sencillas como las letras, los números, las formas y colores hasta cosas tan complejas como la Historia del arte gótico o barroco, la microbiología, la inmunología, la Filosofía medieval de San Agustín o Santo Tomás, la inducción electromagnética o las derivadas y las integrales matemáticas.
Emprendéis ahora un camino en el que vais a tener menos apoyos explícitos, pasáis al mundo de los adultos y debéis decidir quién es la persona que queréis llegar a ser. Y ello requerirá mucho esfuerzo, horas de estudio, de insomnio, de responsabilidad. Tomaréis próximamente una decisión que os implicará buena parte de vuestra vida, hacedlo reflexivamente. Buscad aquella formación que creáis que os va a hacer más felices, más útiles para esta sociedad, no necesariamente más ricos.
Partís de unas condiciones a priori complicadas, de una situación de crisis terrible que se está llevando mucho por delante, entre otras cosas buena parte del empleo juvenil. Os animo a que le quitéis la razón a toda esa gente que dice que ésta será una generación perdida antes de que hayáis empezado el recorrido. Que le deis una buena patada a la crisis, y a su prima, la de riesgo, para decirle al mundo que estáis aquí y que vais a luchar por mostrar a todos esos agoreros que están equivocados y que tenéis mucho recorrido por hacer para esta sociedad. Que nadie se cargue vuestros sueños.
En estos años hemos estado intentando convenceros de que merece la pena ser buenas personas, con valores tan mercedarios como la justicia (a veces nos toca decir una palabra para defender a otros), la libertad (saber elegir bien pensando en el bien común) o la caridad (estar al lado del que sufre, acompañarle como persona que debe poder vivir con dignidad). Habremos acertado más o menos, seguro que en unas cuantas cosas nos hemos equivocado, pero ese era nuestro empeño y nuestro deseo. Espero que sigáis descubriendo a Dios en vuestra vida cotidiana, hay muchas oportunidades a cada rato. Y que como dice nuestro fundador, enjuguéis lágrimas, remediéis males, curéis llagas, calméis pesares.
Os deseo suerte, y que allá donde vayáis no olvidéis de dónde venís, ni cuál ha sido vuestra historia aquí, que actuéis en el mundo profesional pensando en construir una sociedad mejor y no tanto en tener o en crecer profesionalmente a costa de otros. Que disfrutéis de lo que hagáis, sea lo que sea, que viváis con pasión.Venid a vernos de vez en cuando, nos hace mucha ilusión pensar que nuestro trabajo acompañándoos y nuestra vocación como educadores ha tenido sentido.Un abrazo desde la que será siempre vuestra casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios!