En esta asociación he conocido a Roberto y Cuca (Pilar), y me reconozco y admiro cada día en ellos. Son parte de mi vida, y de la vida de muchas personas. Gente con un sentido amplio de la familia, de la humanidad, de la solidaridad como forma de vida. Hace años que acogen en su casa a chicos inmigrantes, cubriendo con ello además un hueco que la sociedad civil y la Administración no cubren. Su hija Carmen, de poco más de un año, no puede tener un aprendizaje mejor para su vida.
Ahora es la Administración quien les aprieta, la que a través de del proyecto de reforma del Código Penal, que en su artículo 318b establece penas de prisión de hasta dos años para aquellas personas que alberguen en su casa, aún sin ánimo de lucro, a inmigrantes en situación irregular.
Comportarse con humanidad no es un delito.
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados de razón y conciencia, tienen el deber de comportarse fraternalmente los unos con los otros” (art. 1 Declaración Universal de los Derechos Humanos).No me parece justo, y desde aquí lo denuncio. Te pido además que firmes en Change.org para cambiar esa legislación y corregir este lamentable error. No se puede castigar el altruismo, ni la bondad humana.