En el colegio celebrábamos hoy el día del Libro, con actividades preparadas por todo el centro de lectura, de acertijos y adivinanzas que ya os iremos contando. Para mí ha sido uno de los días más bonitos desde que trabajo en este colegio, desde hace ya 15 años."Nada es pequeño en el amor. Aquellos que esperan las grandes ocasiones para probar su ternura, no saben amar" Laure Conan.
Desde la coordinación de Secundaria y la coordinación de Infantil, han ideado una actividad preciosa, que nos ha dibujado a todos una gran sonrisa, y nos ha proporcionado también un buen rato de ternura.
La actividad era muy sencilla, pero tenía su intención pedagógica, su objetivo, su miga. Consistía, sencillamente, en que cada alumno de 2º, 3º y 4º de ESO tenía asignado un niño de Educación Infantil al que tenía que contarle un cuento. Pretendíamos con ello, a grandes rasgos, que los alumnos mayores se acercaran a los pequeños con otra mirada, que fueran sensibles a ellos cuando coinciden en espacios de convivencia comunes; y por otra parte, que los pequeños sientan a los mayores como un referente y no como una amenaza de alguien de quien me tengo que apartar porque ni siquiera me ve cuando pasa por mi lado. Buscábamos hacer escuela y familia, pasar un rato agradable, celebrar un día especial, el del libro, introduciendo a los pequeños en la importancia de la lectura.
Los mayores se lo habían tomado muy en serio, y la inmensa mayoría habían traído cuentos infantiles de sus casas, e incluso algunos traían sus propios cuentos escritos de su puño y letra.
A eso de las tres y media de la tarde, las clases de infantil se han empezado a llenar de "mayores". Al principio los pequeños andaban bastante desconcertados. Cada mayor sabía quien era su niño asignado, y lo llamaba por su nombre. Empezaron a contar sus cuentos, cada uno a su estilo, con los pequeños un poco serios y con gestos de aturdimiento ante una actividad que rompía su rutina. Los chicos de la ESO han sacado toda su ternura, su ingenio, su estilo personal y han contado un cuento tras otro.
Los adultos que allí estábamos viendo y viviendo ese momento estábamos encantados con el espectáculo.
Poco a poco se han ido estableciendo complicidades, miradas, asentimientos mutuos, gestos de cariño, y han ido apareciendo las caricias, la risa, las cosquillas, la confianza, el juego, las conversaciones, el "cuéntame otro", el "no te vayas", el "¿me haces un dibujo?" o el "yo te regalo uno a ti".
Creo que repetiremos la experiencia, que ha sido muy rica para todos:
- Para los adultos, porque hemos visto una faceta de algunos alumnos, en su perfil más cariñoso, que no habíamos tenido la oportunidad de conocer hasta hoy. Porque hemos disfrutado de lo mejor de nuestros chicos. Ha sido un auténtico regalo ver en su estilo más humano y sensible a algunos/as de esos adolescentes grandones que a veces nos muestran su cara más "desafiante". Nos ayudará a verlos con otros ojos.
- Para los alumnos de la ESO, porque han visto que con poco se consigue mucho, porque se han hecho responsables de una actividad que han preparado ellos, por que han visto en los ojos de los pequeños la gratitud por lo que les estaban dedicando; porque han podido, en cierto modo, "apadrinar un niño" dentro de su escuela, y establecer una relación especial que ojalá tenga continuidad. Es probable que hoy cuenten en casa lo que otros días no cuentan.
- Para los más peques, porque han tenido una experiencia de cercanía con los chicos grandes del colegio, personas diferentes a sus papás y abuelos/as que les han acercado el mundo de la fantasía.
Hoy hemos hecho escuela, familia, grupo, colegio que se quiere y que se gusta. Nos hemos sentido bien.
Fotos tomadas de los álbumes del colegio."La gratitud es el recuerdo agradecido de lo que ha sucedido". Diccionario filosófico de René Comte-Sponville